Dr. Rene Augusto Puig Bentz

Nació en la provincia de Puerto Plata al norte de la República, hijo del ilustre Agustín Puig Rodríguez y Luisa Bentz. Según lo describe su discípulo el Dr. Rafael Salcedo: era un hombre serio, humilde, honesto, jovial, de carácter fuerte cuando lo requería, herencia tal vez de sus ancestros alemanes. El doctor Miranda (1960) por otro lado lo catalogaba como: un investigador eminente, quien vive en constante estudio y sirve de ejemplo como hombre consagrado a la ciencia. ejemplo del verdadero maestro, y en el cielo de nuestra cultura brilla como estrella de primera magnitud.

En el año 1946 fue nombrado por Decreto 3821 como Catedrático Numerario de la Facultad de Cirugía Dental de la Universidad de Santo Domingo, junto con Marcial Martínez Larré, dando las cátedras de diagnóstico clínico y compartiendo la docencia de cirugía bucal con Manuel Santamaria; y encargado por un tiempo de Clínica Dental. Llegó a ser director de la Clínica Dental en 1949 y luego director general de Clínica y Laboratorio de la Facultad de Odontología de la Universidad de Santo Domingo (1954), posteriormente Decano de la Facultad de Odontología en 1962.

Realizó estudios de especialidad en cirugía dentomaxilar y patología en Buenos Aires, Argentina. Sobre esto quisiera decir que en el año 1957 publicó en la revista de la Universidad Nacional de Córdoba el artículo; Nueva sugerencia para resolver el problema de la enseñanza de la Cirugía Oral. Debemos hacer notar que en el libro Cirugía Bucal: Patología, Clínica y Terapéutica de 1968 del autor Ries Centeno, un clásico por más de 40 años, aparece una fotografía en la página 576 cedida por Puig Bentz para este libro, aquí se puede notar la amistad de ambos cirujanos desarrollaron en su estadía por Argentina.

Fue por casi 30 años el jefe del servicio de Cirugía Bucal y Maxilofacial del Instituto Oncológico de Santo Domingo Dr. Heriberto Pieter. Decano de la UASD y director de la escuela de odontología de la UMPHU. 

Su probidad, su desinterés, todas sus acendradas cualidades humanas, le hicieron ganar la admiración y el respeto de los hombres más ilustres de su tiempo. Nunca se lucro desmedidamente de su profesión, falleció con la sencillez que lo caracterizaba y el pecho en alto por haber servido a la sociedad, un 6 de febrero del 1986, de problemas hepáticos a las 11:30 am. en su Instituto Oncológico Dr. Heriberto Pieter.

Dr. Zoilo Nuñez Gil